Alguna vez pude decir que la poesía no era para mí, que los sonetos, que las sinécdoques, que la rima, que el siglo de oro español, que la métrica era un mundo que me era ajeno.
Criado en los arrabales del norte de la ciudad de Santa Fe sabía más de potreros y siestas de chicharras y bolillas del paraíso que del Olimpo y sus néctares. Hasta que por esas causalidades de la vida, intentando desarrollar el oficio de escritor me encontré a Boccannera texto, a Boccannera persona, a Boccannera generoso de su tiempo y un par de porrones compartidos hicieron que buscara la poesía otra vez, con otros ojos, con otra receptividad.
Le debo a este poeta, al que cualquier adjetivo que intente utilizar sería insuficiente descripción, ese mundo fascinante y enorme de la poesía, y estoy seguro que cada poema sentido, saboreado, palpado, degustado me hizo un poco mejor de lo que era.

UN HOMBRE
a Humberto Costantini
Un hombre se me viene cayendo por la sangre
con una copa rota entre los dientes
no soy yo
somos todos
la soledad
el tajo de odio en la memoria somos
Un hombre se me viene derrumbando
por la oscura saliva del silencio
salpicando mis ojos con antiguas cucharas
lágrimas que él inventa cuando pisa
los charcos de mi sangre
Un hombre se me viene cayendo por la herida
no hagan música o fuego
no soplen ni respiren
quiere decirnos algo
Hay un sur de rodillas preguntando
dónde estábamos todos
cómo fue que dejamos crecer la indiferencia
para que de una puerta salga el enceguecido
tirando puñetazos al aire
echando espuma por la boca
Un hombre se me viene cayendo por la sangre
con pasos de borracho
no hagan ruido no escupan
no demoren quiere decirnos algo.
Jorge Boccanera
Martín Orellano
Escritor
Estud Ciencia Política
Trabajador de Radio
pocoloco.orell@gmail.com
Estud Ciencia Política
Trabajador de Radio
pocoloco.orell@gmail.com
Comentarios
Publicar un comentario