Hubo días más felices en estas tierras. Hubo un tiempo en el que un presidente llamó a las empresas que producían automóviles y les pidió que dejaran de ensamblar y fabricaran. La respuesta fue terminante. Argentina de mediados de siglo pasado no tenía capacidad técnica para hacerlo. En lugar de aceptar lo que decían los que sabían decidió hacerlo desde el Estado. -Che, Petiso, a ver si podés hacer algo? - Sí mi General. Contestó el Brigadier Juan Ignacio San Martín (descendiente de aquel San Martin del caballo blanco) IAME (Instituto Aeronáutico y Mecánico del Estado) se pone en marcha y comienza a fabricar vehículos argentinos. Suena extraño. Argentina fabricaba autos, camionetas, aviones, motos, tractores. La competencia que eran las marcas más importantes del mundo perdieron mercado frente a la calidad de los productos argentinos. San Martin hizo posible un sueño que fue orgullo para millones. Estuvo a la altura del Gral. Manuel Savio (desarrolló la siderúrgica en la A...